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BOCAIRENT-CAMÍ VELL D´ONTINYENT

CAMINANTES, 29: Amparo Macián, Vicente Macián, Aliaga, Mere, Pedro, Amparo, Alberto, Fina León, María Núñez, Pedro Fuentes, Manolito, Guiller, Ramón, Julia y Amparo Sala, Renau, Merche, Novella, Charo, José-V. Escribano, Carmen Marimón, Daniel, Vicen, Pepe Puyol, Carmen, Enric, Eladio, Manoli y Juan Antonio.

Nos citamos en Bocairent, precioso pueblo encaramado en una imponente mola, declarado Conjunto Histórico Artístico, y aparcamos, nada más cruzar el puente, en la calle que accede por la derecha, paralela al barranco.
Iniciamos la marcha a las 9:25 h por esta misma calle, como si fuésemos al centro. Nada más pasar el mercado, tomamos la calle a derecha y enseguida otra vez a la derecha unos escalones, que descienden hacia el barranco. A las 9:33 h, dejamos a la izquierda la Cova d’En Gomar “…SITUADA EN LOS CIMIENTOS DE LA MOLA …S. XII Y XIII VA A SER MOLÍ ARAB…”.
Asciende unos metros y sale a un camino empedrado. Una señal indica a izquierda, “RUTA DE LES COVETES . POUET DE SANT VICENT”. Seguimos por la derecha y cruzamos el puente sobre el barranco.
9:40 h, deja a izquierda una balsa, y a derecha, un antiguo lavadero; en cuatro minutos en una bifurcación con una cruz de piedra, tomamos a derecha por asfalto, y enseguida, desvío a izquierda. A las 9:50 h llegamos a la ermita de Sant Antoni; por detrás de la ermita, tomamos un camino de tierra a izquierda.
Otros 4’, encontramos un poste de señales de PR, entre otras, “Camí Vell d’Ontinyent 1h-15’ ”; es la que seguimos. A poco, empieza una subida, con escalones tallados en la roca; las 10 h, seguimos recto en un cruce en + y comienza un corto descenso, seguido de un tramo llano. La senda discurre sobre la roca viva, a veces empedrada y, a tramos, al borde del barranco que tenemos a la izquierda.
A las 10,35 h, tomamos a izquierda en una bifurcación con poste de madera; desciende hasta el cauce y lo cruzamos, a la altura de un gran edificio ruinoso, la fábrica Mestre o Molino de Patirá (los dos nombres aparecen en los mapas); a poco volvemos a cruzar el río, y la senda, de nuevo asciende, apartándose del cauce.
A las 10,45 h, dejamos a derecha un desvío señalizado “SENDA DEL CASTELLAR” y pocos metros adelante, paramos a almorzar en la solana de la ladera. Abajo, en el río, un azud. Olivas, dátiles, almendras con higos, “ferreros-rocher”, turrón y, por supuesto, chocolate; de todo hay.
Reanudamos la marcha a las 11,10 h. Enseguida, desechamos un ramal que desciende hacia el río, y pasamos bajo una torre de alta tensión. Cinco minutos después, llegamos al “Molí de Luna” y cruzamos de nuevo el río. En los cinglos de la izquierda hay jóvenes haciendo escalada; después de un corto tramo llano, la senda pasa bajo una acequia aérea y vuelve a ascender.
A las 11,25 h, aboca a un camino junto a una casa, otro antiguo molino, éste restaurado, que pone “Molí del Paso Doble”. Tomamos a izquierda y llegamos a la Font de Mariola; la carretera se ve próxima –unos 500 m-. Unos minutos, y damos la vuelta. (11,30 h).
A las 11,50 llegamos al desvío “senda del Castellar”, por donde seguimos. Se inicia una fuerte subida, suavizada un tanto por el trazado en “eses” por una ladera con abundante vegetación de matorral: romeros, jaras, etc, hasta alcanzar una especie de meseta en que cruza un camino: a izquierda, se dirige a la carretera, que vemos próxima; a derecha, vuelve a la senda del barranco; seguimos recto.
La panorámica es esplendida; antes de llegar a la cima que nos queda a la izquierda, se aprecian los restos de un poblado ibero, aunque está demasiado lejos para verse bien y en la lejanía, asoma la punta del Benicadell, que identificamos por su característica forma de águila.
Empedrado a veces para proteger de la erosión, con musgo en las zonas más llanas, el camino, precioso, discurre en altura, unos metros encajonado para suavizar la pendiente y presenta las huellas del paso de los carros en muchos tramos.
Seguimos las señales de PR, desechando algunos desvíos, y a las 12:40, inicia el descenso hacia el pueblo, ya a la vista. En pocos metros, deja a izquierda una cruz de madera, grande (no sabemos por qué está aquí), y llegamos a las primeras casas a las 13 h. 15’ más, al cruce con la cruz de piedra, que vimos al inicio de la ruta, enseguida, el lavadero, la balsa y el puente sobre el río a las 13,25 h.
Intentamos visitar Les Covetes dels Moros, pero ya no tenemos tiempo, pues la última visita es a las 13,30 h, aunque sí vemos la plaza de toros, excavada en la roca, como tantas cosas en este pueblo.
Comemos en Ca l’Alegre muy bien. (C/ Bisbe Miró, 10).

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