Serra D´en Galcerán-Els Rosildos. Tossal de Saragossa-18-05-2013

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http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5156180

CAMINANTES, 26:  Meitos, Alonso, Maria José, Julio, Pilar, Pepe, Ballester, Fina León, Manolito, Vicen, Pepe Puyol, Concha, Vergara, Manolo Vidagany, Eduardo, Isabel, Julia y Amparo Sala, Maria Dolores, Roger, Inma, Manuela, Amparo Macián, Angels, Pep Alcácer y Juan Antonio.

           Hoy, con el permiso y licencia de Manoli, me decido a narrar lo que he visto, olido, oído, gustado y tocado de esta bonita excursión.

          A las 7:30 hemos salido de Lliria, dirección a Castellón, Pobla Tornesa, Vall d’Alba, Els Ivarsos y Els Rosildos por la CV-15. En el parking del restaurante Hnos Sales –donde comeremos más tarde- estaban el resto del grupo, siempre puntuales (casi todos), eran las 8:50. Esperamos hasta las 9:15, hora prevista de encuentro, y salimos en dirección Albocácer, hacia el Mas d’En Pollo, a cinco minutos de Els Rosildos, dejando los coches al lado del Barranc de la Roca Roja.

          Desde aquí, el grueso del grupo (los que van más, pero se fijan menos) inician el trayecto de la subida por el barranco, y cuentan las crónicas que está cubierto de una extensa flora: enebros, serbales, romero, brezo, coscoxa (según Cabanilles “delicia de las cabras”), encinas “que engordan a los cerdos, de los cuales puede echar cada vecino, 25 en el bosque común” y otras especies.

El otro grupo, “el que se fija más”, por la CV-155 nos dirigimos hacia Sierra d’En Galcerán, tomamos una pista a derecha en dirección al Mas de Capó-Barranc del Bosc; por el camino nos encontramos a dos lugareñas entrañables, que nos dan toda clase de explicaciones y detalles para llegar al Tossal de Saragossa. Siguiendo sus indicaciones, retenidas en la memoria ya que no disponemos de ningún sencillo y útil dispositivo con que plasmar dicha interesante información, llegamos al Mas de Gargallo, muy derruido, donde dejamos el coche;  seguimos entonces, las señales de PR y poco a poco, a nuestra derecha, se va abriendo una espléndida vista del mar, por detrás de la Plana Alta.  Encontramos una fuerte pendiente, cubierto el suelo de bellotas secas; el camino está casi tapado por la rama seca de una gran encina (detalle narrado por las dos excursionistas del lugar).

Hay un pequeño abrevadero y un poste que indica la dirección a seguir: Mas del Capó-Barranc del Bosc (hasta aquí, 1,5 km desde el coche). Iniciamos el ascenso, corto pero pronunciado, por el lecho del barranco, siempre rodeados de encinas abancaladas, algún que otro pino, esparragueras, manzanilla, coscoxa, serbales, llidoners… Juan A. tiene la suerte de ver una cabra.  No han dejado de acompañarnos con sus cantos, carboneros, algún pinzón y una oropéndola.

Aunque hay piedra suelta, la subida no es pesada, si no es los últimos 150 m de fuerte desnivel (total 350 m) y llegamos a un punto alto, donde un cartel nos “invita” a visitar la cota más alta: el Tossal de Saragossa, 1150 m. Según dice Cabanilles “compite en altura con los de segundo orden del Reyno”.

Recorremos los 50-60 m que la separan del camino por una ligera pero continua pendiente, y antes de llegar, nos encontramos con el resto del grupo que ya ha iniciado la marcha (lástima que no podamos inmortalizar el momento).

Llegados al punto geodésico hay una explosión de júbilo por la maravillosa visión que experimentamos.

 A la izquierda: Peñíscola, Alcalá de Xivert, con su campanario, el más alto de la Com. Valenciana; la Serra d’Irta, con un punto blanco que es la ermita de San Benet, y a sus pies, Alcocebre, Torreblanca y Torrenostra con los marjales.

En el centro: se aprecian muy bien Torre En Domenech, Vilanova d’Alcolea, la ermita de la Virgen del Adyutori, Benlloch, el Arco de Cabanes, Cabanes, les Agulles de Santa Agueda, la ermita de San Miguel de Cabanes, todo presidido por el Bartolo y su cruz.

A la derecha:  la Vall d’Alba, Villafamés, y poco más a la izquierda, un pueblo que puede ser L’Alcora. Y todo ello, coronado por el mar, donde se distinguen perfectamente las cuatro islas Columbretes.

Una maravillosa vista, en un perfecto y claro día.

Por último, querría obviar, pero no puedo, la gran mancha del color del desierto, que aparece en toda la plana, a los pies del Subarra (345 m/a): el aeropuerto sin aviones, que ahí está, “viendo pasar el tiempo” como la Puerta de Alcalá.

Después de disfrutar, admirar y contemplar esta maravilla (incluida la “pista peatonal”), iniciamos el descenso, desandando el camino y llegando al coche después de hacer 5 km.

Y ahora, me permito una pequeña licencia personal. Para mí ha sido una excursión entrañable, por todo lo que significaba personalmente.

“La Saragossa” siempre ha estado ahí, presidiendo mi pueblo. Era la primera en cubrirse de nieve, la primera en llenarse de hogueras, indicando el camino a la comitiva de los Reyes Magos. Era la primera en recibir los gélidos vientos de la tramuntana. También tiene su guiño; todos los días, según la inclinación del sol, pero sobre todo, en verano, aparece la sombra de un hombre que está bebiendo de un botijo, y dice la gente de Vilanova, que está anunciando la hora del almuerzo: las 12 de la mañana.

Todo ello, forma parte de mi infancia. Y que hoy, haya podido subir, estar con y en ella, tocarlla… Ha sido un verdadero placer.

¡¡¡  Hala!!! A disfrutar. Salud.

P. Alcácer