Día 3 de abril de 2004
CAMINANTES, 36: Fina Real, Karl, Vicent Martí, Alberto Jarabo, Amparo Rodríguez, José-Miguel, Pilar, Concha Sequeiro, Vergara, María, Pedro Fuente, Cristina, Juan Sancho, Miguel Cintero, Rafa Solaz, Alberto, Carlos Peñarrocha, Eduardo, José-Vicente, Novella, Manolito, Ricardo, Amparo Macián, Mere, Belén, Toni Fernández, Miguel Boscá y sus amigos Pepe Renau y Miguel Mena, Puri, Ballester, Meitos, Alonso, Pep Alcácer, Manoli y Juan Antonio.
Tras el último fin de semana, pasado por agua, que estropeó nuestra proyectada salida a la Serra d’Espadá, este sábado resultó totalmente distinto. Un día espléndido con sol brillante, aire fresco y buena visibilidad, que hizo que la caminata fuera de lo más gratificante.
La ruta ya se hizo en 8 de Junio de 2002, donde está descrita.
Como detalles de hoy, se salió en dos grupos; uno de ellos inició la marcha en el punto en que el GR se desvía del camino de La Pobleta, junto al corral en ruinas; el segundo, subió con los coches hasta la Fuente y Ermita Bardés.
Entre el Collado Bardés y el Alto de la Salada, todavía quedaba nieve en las umbrías, tanto más cantidad cuanto más arriba, y entre las instalaciones de la Base, muy amontonada en ventisqueros.
Almorzamos en la Base, a la que llegamos entre las 11 y las 11,20 h, donde nos reagrupamos todos.
La visibilidad, más clara hacia el interior, abarcaba, no obstante, hacia el E, desde el Montgó hasta el Peñagolosa. Al NO, la Sierra de Javalambre, también se veía cubierta de nieve, y parecía no más allá que “a tiro de piedra”, como La Bellida, Peñaparda o los Montes de Sinarcas.
Llegábamos a la Fuente Tresuela a las 13 h. Esta vez, dos abundantes caños, hacían rebosar el pequeño abrevadero, y el agua inundaba el prado circundante.
Por último llegábamos a la Ermita a las 13,45 h, y poco más de las 14 h, al resto de los coches. (12 ó 16 km, en total).
