Día 8 de Diciembre de 2007
CAMINANTES, 32: Ramón, Alberto, Sumsi, Novella, Rafa Figueres, Eduardo, José-Vicente, Manuela, Lavarías, Renau, Manolo Vidagany, Monti, Toni Fernández, Amparo Macián, Daniel con Vora, Mere, Pedro, Vicenta, Chelo con Trufo, Aliaga, Jessi, Karl, Jose Escopín, Manolito, Ricardo, Lupe, Juli, Lola, Javi, Cecilia, Manoli y Juan Antonio.
Se hizo esta ruta el 1 de diciembre de 2001, y hoy hemos entendido por qué no se ha repetido desde entonces; y es bonita!.
Comenzamos la marcha a las 9,25 h. La pista para llegar a Tristán está regular, y algunos coches lo acusan. Demasido trayecto por pista de tierra.
Almorzamos al abrigo de las Peñas Blancas, pues hace viento, a las 11,10 h y el último tramo para llegar arriba, la senda se ha perdido (o no la encontramos); entre aliagas y carrascas resulta incómodo el caminar. Hacíamos “cumbre” a las 11,45 h. Y no digamos, el primer tramo de senda para bajar, hasta encontrar la buena… Bueno, resultó bastante dificultoso.
El resto del itinerario, está bien, y sin problemas para seguirlo.
Terminamos a las 13,30 h; tampoco esta vez subimos al Montmayor.
“Día 1 de Diciembre del 2001 TRISTAN-PEÑAS BLANCAS
CAMINANTES: Meitos, Alonso, Manuela, César, Jose-Vicente, Miguel Boscá, Eduardo, Carmen, Daniel, Belen, Guiller, German, Amparo, Alberto, Paco Rosalen, Pedro Ferrandis, Pedro el hornero, Manolo, Virtudes, Cristina, Juan Sancho, Manoli y Juan Antonio.
Por la carretera CV-25, poco antes de entrar en Gátova tomamos un camino asfaltado, a la derecha, que, por la Font del Tormo, nos lleva hasta Tristán. Sólo está asfaltado hasta el “molino”, después es una pista de tierra en muy buen estado. Dejamos los coches en el llano que hay unos 300 metros después del albergue.
Comenzamos con muy buen tiempo a las 9,35 horas, a 720 m/a, en dirección a la Font del Poll con un ligero desnivel ascendente hasta el km 2,3 en que llegamos a un collado a 750 m/a. Se abre una bifurcación a la derecha, que ignoramos, y seguimos, ahora en descenso hasta el km 2,8 en que dejamos el camino principal, y tomamos un desvío a la izquierda a las 10,10 h. A escasos 50 m, dejamos una bifurcación a la derecha, y empieza un largo descenso hasta el barranco de la Jara. Bordeamos su cabecera en el km. 3,7, a 620 m/a, y ya más suave, descendemos en otros 300 m hasta los 610 m/a, la cota más baja de la ruta. A partir de aquí el camino empieza a ascender, y se aparta del barranco.
Pasamos junto a unas casas sueltas, y poco después de la segunda, el camino se pierde. Seguimos subiendo entre árboles de un campo abandonado dejando a la derecha una última caseta, hasta alcanzar la última terraza de los campos de cultivo. Aquí derivamos a la derecha a buscar una senda a la izquierda, al final del ribazo derruido, y por ella llegamos en el km 5,3 hasta una especie de collado, a 734 m/a. Son las 11 de la mañana y nos detenemos a almorzar. Aunque no muy nítida hoy, hay una vista espléndida, al N toda la Sierra de Espadán, y detrás, el Peñagolosa; hacia el SE un poco borroso, el Montgó y la Albufera, y al Oeste el Javalambre, que aún tiene algo de nieve. Al frente, según llegamos están las Peñas Blancas. En las inmediaciones de donde estuvimos sentados, vimos un par de cuevas.
Reanudamos la marcha media hora después, dejando la senda que, por la izquierda bordea las Peñas Blancas, y enfilamos hacia ellas por su derecha a buscar la cara totalmente opuesta, para subir algo más suave. El terreno es muy pedregoso, con abundante matorral sobre todo de carrasca, y sin senda definida por lo que se camina con dificultad, y los últimos metros, pocos por suerte, muy empinados. A los 6 km llegamos a la cima que es una meseta algo deprimida, a 843 m/a con una vista parecida a la del collado aunque más amplia, y ahora hacia el oeste, en primer término tenemos el Montmajor.
Bajamos, por el lado “suave” por donde hemos subido hasta el primer rellano. Yendo hacia la izquierda hasta el borde de las rocas, encontramos una senda que desciende en fuerte desnivel, con la tierra muy suelta que provoca muchos resbalones y que obliga a caminar muy lentamente, hasta que llegamos a la senda que habíamos dejado al pie de las Peñas Blancas, en el km. 6,7, a 747 m/a.
Enseguida la senda, ya bien definida, empieza a ascender por terreno pedregoso de rodeno y entre alcornoques, por la ladera del Montmajor que lo tenemos a la derecha; en el km. 7,1, a 790 m/a pasamos junto al Corral del Bobo, en ruina, y cruzamos un barranco. Las carrascas y el matorral en general, están muy verdes, pero los únicos árboles que hay son alcornoques, y la capa de tierra que pisamos es negra, de ceniza, a pesar de que el terreno es rodeno rojo, lo que delata que ha habido un incendio.
En el km. 7,6 alcanzamos los 820 m/a, tenemos la cima del Montmajor muy cerca, continuando la senda, ahora en descenso hasta desembocar en el camino de Tristán, km 8,2, seguimos por la derecha, y llegamos a los coches a las 13,30 horas, tras 10,5 km.”