Día 14 de Junio de 2012
PARQUE CULTURAL RIO MARTIN
MONTALBÁN
Este año Carmen ha programado el final de temporada en el Parque Cultural del Río Martín, y allí nos hemos desplazado: Fina León, Manolito, Sara, Eladio, Isabel, Angels, Pilar, Amparo Macián, Amparo Mora, Vicent Martí, Concha Alcocer, Pep Alcácer, Carmen, Enric, Meitos, Alonso, Amparo Ausejo, Alberto, Mere, Pedro, Carmen Marimón, Daniel, Manoli y Juan Antonio.
Llegamos, casi todos, el jueves, día 14 de junio sobre las 19:00 horas. El Hotel Don Cosme, donde nos alojamos, está junto a la rotonda en que se cruzan la N-420 -por la que llegamos- y la N-211, a unos 2 km de Montalbán. Una vez acomodados y todos saludados, nos dimos una vuelta por el pueblo. Merece la pena ver la iglesia-fortaleza, construida en alto y de estilo mudéjar, es muy bonita. No pudimos verla por dentro porque están, o han estado, de obras. Cenamos en el hotel y acordamos salir temprano al día siguiente, porque se prevé un día caluroso.
ALCAINE-OBÓN, POR EL RÍO MARTÍN
De buena mañana, tomamos la A-122 hasta Cortes de Aragón, y de aquí, a Alcaine, 15 km más. A las 8:00 aparcamos a la entrada del pueblo y nos disponemos para la marcha. Alcaine es un pueblo pequeño, de calles estrechas, con bonitos rincones y torre mudéjar en su iglesia parroquial, como muchas de la zona. Por la calle San Ramón, vamos descendiendo hacia el río; el último tramo empedrado y muy empinado.
A las 8:20, cuando termina la cuesta, a 592 m/a, seguimos un sendero que sale a la derecha paralelo al río, pero algo apartado de él, entre huertos, la mayor parte abandonados; más cuidados se ven los que quedan a nivel del río. Almendros, nogueras, algunos olivos, y muchos chopos en la ribera. En poco más de 5’ encontramos una bifurcación; a izquierda indica “Cañada de Marco”, a derecha, “La Coquinera y Obón”, es la que seguimos.
Poco después desciende hasta el cauce, y sigue remontando el río, que se cruza en 8 ó 10 ocasiones -al final perdí la cuenta-, siempre por vados de poca profundidad y sobre piedras, más o menos colocadas para ello. Cuando el caudal sea más abundante, no habrá más remedio que mojarse. A las 9:30, estamos a 614 m/a, y llevamos, 4 km.
10’ después llegamos al Abrigo de La Coquinera; accede por la derecha un barranco, y el cañón es amplio. Junto a este barranco, hay un par de mesas bajo unos chopos, y parte una senda con barandas de cable, que suponemos llevará hasta las pinturas rupestres; después de subir durante 10’ sin encontrarlas, desistimos de verlas porque hace demasiado calor. Almorzamos.
Reanudamos la marcha a las 10:10, el río hace un recodo pronunciado, y se cruza por una pasarela metálica, discurriendo a la sombra de los chopos.
A las 10:50 encontramos el tramo más dificultoso; el río forma otro recodo muy cerrado, esta vez a derecha, y sin cambiar de la margen derecha donde estamos, una pasarela metálica adosada a la roca, con apoyo de un cable, permite el paso. Al otro lado, un poste de señales indica, a izquierda “Barranco del Regallo”, a derecha “Obón”.
Nos dirigimos hacia el interior del barranco por una bonita senda, al principio empedrada, y protegida por una barandilla de postes y cable metálicos; se introduce unos 100-150 m hasta llegar a un punto que nos recuerda el Estrecho del Cascajar en el nacimiento del Palancia. El cable sigue adosado a la roca, con unas clavijas para apoyar los pies, pero faltan algunas, y otras se ven tan dobladas que posiblemente no permitan el apoyo. En el suelo una poza de agua tan negra que igual puede tener 15 que 100 cm de profundidad. Es un precioso barranco para remontarlo con equipo adecuado; nosotros volvemos atrás hasta el poste de señales.
A las 11:03, -641 m/a, 6,5 km- tomamos la dirección a Obón, continuamos en paralelo al río, pero alejados de su orilla, y por la parte alta de los cinglos, por un terreno seco, sin árboles, y con un sol que rompe las piedras. A las 11:35 alcanzamos un mirador desde el que tenemos a la vista el pueblo de Obón. Un pupitre colocado estratégicamente, explica donde está el lavadero, el horno, el Ayuntamiento, el Barranco de Sta María, etc.; fotos y seguimos la marcha.
Entramos en el pueblo 10’ después, tras 9 km recorridos.
Mientras los conductores vuelven a Alcaine a recoger los coches, y como no podemos tomarnos una cervecita porque no hay bares, Concha y yo, volvemos bajo el puente a meter los pies en el río, y entablamos conversación con un vecino, que, nos cuenta, ha sido pastor desde que tenía 7 años. El baño viene fantástico.
La comida en Muniesa, en el Hostal Rosa Mari.
FUENTE DE VALDEMIGUEL-RUTA DE LA MUELA. MONTALBÁN
Sábado, 16 de Junio de 2012
Sin necesidad de un gran desplazamiento, haremos hoy la Ruta de la Muela. Nos aproximamos al punto de inicio con los coches, tomando la carretera N-211, de acceso a Montalbán, y pasado el km 167, desvío a la derecha; es zona de polígono industrial y algunas casas unifamiliares. Enseguida, también a la derecha, aparcamos al final de la calle. Hay un transformador eléctrico, y un poste de madera indica la ruta senderista: “Fuente de Valdemiguel-Ruta de la Muela”.
Iniciamos la marcha a las 7:50 a 845 m/a, en dirección hacia el río y unos grandes chopos que flanquean su ribera; postes de madera rematados en rojo, van indicando el camino. Se cruza el río por un rústico puente de madera, y una senda poco visible, va derivando a la derecha entre hierba alta y espesa discurriendo paralela al río. Cuando sale de junto al cauce, tomamos un camino que se dirige decididamente hacia la muela.
Pronto alcanzamos la zona boscosa, fundamentalmente de pinos, y encontramos unos abrevaderos a las 8:15; pasados éstos, desemboca en un camino, que tomamos a izquierda y, enseguida, lo dejamos por la derecha; un par de minutos más, y llegamos a la Fuente de Valdemiguel (así dicen los rótulos, aunque en algunos mapas, dice “Valdemínguez”) -925 m/a 1,3 km-.
A las 8:30, una señal indica que al Mirador de Montalbán, falta 1 h-30’; desde aquí ya hay una buena panorámica del valle. En un espacio, despejado de pinar, y bastante cerca de nosotros, vemos una hembra de sarrio, con dos “criaturas”. También veremos buitres que anidan en el roquedo de la muela, unos sobrevolando nuestra posición, y otros por debajo de ella.
(Como la subida ha empezado bastante pronto, Carmen dice que no puede más, que, claro, como casi no cenó … Y Meitos, se escandaliza
– Quéee …?
– Total un “bullidet”.
– ¿Un bullidet, y los dos huevos fritos con dos chorizos gordos que dejaban un caldo colorado…? Con las bromas, se hace más llevadera la subida)
Tras encontrar una bifurcación con un poste indicativo, llegamos al Mirador de Montalbán, a las 9:30. Según el pupitre informativo, estamos a 1210 m/a (el GPS marca 1189) y hemos recorrido 4,2 km. Volvemos, y nos acercamos a ver la Cueva del Greñicas; tiene una entrada muy pequeña y habría que arrastrarse para poder entrar; sólo la vemos desde fuera. Dicen que fue utilizada como refugio por un hombre apodado así, “greñicas”, que huyó al monte por diferencias con un cacique del pueblo; otros dicen que era un maquis.
Regresamos hasta el poste -9:45- junto al cual están los restos de una fuente seca; dudamos unos minutos entre parar a almorzar ya, o seguir, y optamos por esto último, hacia Mirador del Morrón Royo.
Seguimos la senda, que va rodeando la muela, apenas sin pendiente; continúan los pinos, pero también carrasca y gayuba. Nos adelanta un chico corriendo; joven, moreno, sudoroso…, comentarios para todos los gustos, pero no es más que envidia, sana? A las 10:00, en un buen sitio, en la pinada, paramos a almorzar, hasta las 10:30. El lugar es super-agradable; los pinos altos, proporcionan a la senda suficiente sombra, con una ligera brisa, discurre en llano entre dos hileras de árboles; se oyen los pájaros, …una delicia; hay a quien le sabe mal que se inicie el descenso; parece la vuelta atrás, claro.
Encontramos otro poste de señales que nos indica al mirador del Morrón Royo; se ve muy cerca, y allí vamos. Hacemos fotos, vemos algún buitre y vencejos, y volvemos a la senda -10:50 h, 1189 m/a, 7,4 km- que tomamos a izquierda.
A las 11:10, en un recodo de la senda y a la sombra de un risco, hacemos un alto, mientras unos pocos suben a otro morrón que se veía enfrente, sin señal y sin nombre; 10-15’ hasta volver a estar todos reunidos.
Abocamos a una pista, que tomamos a izquierda y rechazamos otra que accede por la derecha a las 12:10; 5’ después, vemos los coches allá abajo, y decidimos atajar por el ancho cortafuegos. Los que iban delante, llegaron hasta la Fuente de Valdemiguel, y siguieron el camino de ida. Encontramos alguna dificultad para pasar unos huertos vallados, pero por fin, llegamos al fondo, cruzamos por el puente de madera, y esperamos que lleguen los que dieron la vuelta bajo los chopos; llegamos a los coches a las 12:40, después de 11,6 km recorridos. A todos nos ha gustado mucho.
Comida en el Hostal Los Angeles de Utrillas, incluso Guiller y Ramón que han acudido solo para acompañarnos hoy. Por la tarde, una visita, que ya teníamos concertada, a la mina de carbón de Escucha, donde se desciende 200 m al interior de la tierra, para ver una mina auténtica. Nuestra guía fue Lorena, y nos explicó cómo era la vida y el trabajo en una mina de carbón.
PEÑAS ROYAS
Domingo, 17 de Junio de 2012
Hoy es la dispersión. Unos tienen que estar en casa antes de comer, otros se van a ver Belchite, otros quieren caminar un poco. Fina y Manolo, Concha, Pepe, Juan A. y yo, nos acercamos al pueblo de Peñas Royas, una pedanía de Montalbán; ya en la aproximación vemos que merece la pena. Ubicado a orillas del río Martín, y al pie de unos imponentes riscos de rodeno rojo que le dan el nombre. Aparcamos antes de entrar en la población, pequeña y cuidada, porque no circulan vehículos por su interior.
Atravesándola, un poste ofrece dos posibilidades de senderismo; por la izquierda, al mirador de El Portillo y a Obón; por la derecha a los grabados rupestres de Pozos Goyetes, 20’. Optamos por éste último. Las últimas construcciones, son viejos pajares, junto a las eras, empedradas con losas grandes, o piedras más pequeñas. Luego la senda discurre paralela al río, aunque apartada de él.
Encontramos los grabados a las 9:10, cerrados con una valla metálica, de baja altura. A poco de reanudar la marcha, nos cruzamos a Carmen, Enric y Alberto, que han ido por el mirador y ya regresan. Seguimos adelante, y llega un momento que las rocas parecen cerrar el paso, pero el río gira en ángulo de 90º y se va abriendo camino, formando un estrecho precioso; el reflejo del rodeno le da al agua un color rojizo, que, dice Pepe, es “el no va más”.
En la parte alta de los riscos, hay nidos de buitres, y con ayuda de los prismáticos descubrimos uno ocupado por una cría.
Llegamos hasta el punto en que la senda cruza el río y nos demoramos un buen rato porque el lugar es una delicia. Los demás dicen que han visto una nutria –yo no he llegado a verla-.
Hemos hecho 1,3 km, y regresamos por el mismo camino. Ya en los coches para salir, llegan Eladio, Sara e Isabel, que también se han acercado a verlo.
Aquí damos por terminado el fin de semana.
Manoli
