CAMINANTES, 24: Ramón, Lupe, Ricardo, Puri, Ballester, Reyes, Angels, Novella, Mere, Pedro, Manolito, Eduardo, Concha, Vergara, Belén, Juan Pérez, Paqui, Rafa Lavarías, Renau, Lola Carpio, Marian, Manolo Vidagany, Manoli y Juan Antonio.
Aunque en medio de las Fallas, no perdemos nuestra excursión, si bien algo reducido el grupo, y esta vez acudimos a la capital de la Serranía Alta, Alpuente, para recorrer un tramo del GR-37; el Gran Recorrido de la Serranía, que tenemos cerca, y aún no conocíamos.
Aparcamos a la salida de Alpuente -llegando desde Titaguas-, junto al restaurante La Hoz, e iniciamos la marcha a las 9,20 h a 955 m/a, tomando a la izquierda de la carretera, antes de llegar a la población, un estrecho camino, encementado, que baja a los huertos, señalado con un poste en su inicio.
Desciende ligeramente, con una bonita vista del pueblo al frente, y cuando gira a la izquierda y antes de empezar a subir, junto al primer resto de muralla, tomamos a la izquierda un sendero de hierba (también señalizado), entre la acequia, y la mole del castillo a la derecha. Pegado a la montaña, va rodeándola y descendiendo. Mirando hacia atrás, una espectacular vista del estrecho y cascadas del río Reguero.
Después de hacer unas fotos, llegamos al fondo del barranco a las 9,45 h (1,25km 910 m/a). Se cruza, por la parte más estrecha, quedando un poco más adelante unos pocos restos del antiguo molino de la Bomba; las señales continúan al frente, por una senda estrecha que asciende cortando la ladera.
A las 10,08 h, 1,8 km , cuando ya se abre el barranco, la senda deriva hacia la izquierda, por debajo de unos cinglos, apartándose del borde, hasta llegar a unos cultivos, sobre todo, de almendros que están en flor. Tomamos un camino a la izquierda que desemboca en una pista más ancha y la seguimos hacia la derecha. A la izquierda tenemos los cinglos del Sastre.
A las 10,35 h -2,8 km 1035 m/a- encontramos un desvío a la izquierda, con indicaciones de fuente y zona de pic-nic; lo ignoramos y seguimos por la derecha. Hay bastante niebla, y apenas se reconoce que pasamos por una zona de minas de caolín.
Quince minutos después llegamos al enlace con el itinerario principal, que llega desde Alpuente por la derecha. Aquí almorzamos. El tiempo se ha ido cerrando y de llovizna, ha pasado a lluvia animada, lo que hace desistir a algunos que vuelven a Alpuente. Unos pocos, con los chubasqueros y paraguas, seguimos la ruta hacia la izquierda. Apenas durará quince minutos.
En cinco minutos llegamos al Collado de la Pastora, una encrucijada con varios caminos utilizados para el transporte de materiales. El sendero continúa al frente, un poco a la izquierda. Un poste con las señales del GR lo indica. Hay un descenso fuerte hasta salir a un camino a las 11,25 h que seguimos por la izquierda, y a partir de aquí, de forma más suave. A la derecha una zona de cultivos.
Antes de llegar a un pino grande, a las 11,30, tomamos un camino a la derecha, que nos lleva hasta una casa de Campo, El Cortijo (4,2 km, 1015 m/a). Dejando la casa a la derecha, cruzamos unas terrazas cultivadas, y subimos hasta una zona más alta, para seguir hacia la derecha. Hay señales en algunos almendros.
A las 11,45 h llegamos a un abrevadero y la Tejería, rehabilitada como refugio por el Ayuntamiento de La Yesa; (5,1 km, 1025 m/a) y enfrente, cruzando la carretera, la ermita de San Juan. Ha despejado la niebla, incluso ha salido el sol, y el pueblo de La Yesa ya se ve próximo. Aquí damos la vuelta.
En el campanario de La Yesa, dan las 12. Por el mismo itinerario, llegamos al punto donde almorzamos, en el enlace con la variante, a las 12,30 h.
Al alejarse de las minas, el camino discurre en medio del pinar y a las 12,45 h, llegamos a la Fuente del Cabezo, con área recreativa (8,1 km, 1040 m/a). Desde la fuente, la ruta sigue por una bonita senda, y en fuerte descenso; sale a un camino, que se sigue a la derecha, y 100 m después, otro, más transitado, que también tomamos a la derecha.
Seguimos descendiendo hasta encontrar el río, que cruzamos a las 13,20 h (10,5 km, 825 m/a). Las casas de Alpuente, se ven tan lejos y tan arriba, que desanima un poco. Primero llegamos a La Hortichuela, aldea que perteneció a Alpuente, hoy totalmente abandonada, aunque es curioso ver los restos: paredes de piedra y adobe, de tapial, algunos arcos, alguna puerta …
En zig-zag, subimos, subimos, y tras pasar los pajares del Solanar, llegamos a las primeras casas a las 13,50 h, y a los coches a las 14 h, después de 12,2 km.
Los que regresaron antes, hicieron una visita turística a la bonita e histórica población: el Ayuntamiento, estrechas calles con arcadas, y sobre todo el Castillo, desde el que la panorámica de la Hoz del Reguero, es impresionante.
Nota.- Todo el GR-37, está descrito en el libro “VIAS PECUARIAS. LA SERRANÍA” de Teresa Casquel, editado por el Centre Excursionista de Valencia, y es del que nos hemos servido para hacer la ruta.
