CAMINANTES, 41: Enrique Aliaga, Novella, Manolo Vidagany, Manolito, Amparo Macián, Manuela, Mere, Pedro Ferrandis, Concha, Vergara, Monti, Jessica, Karl, Vicent Martí, Rafa Figueres, Belén, Juan Pérez, Fina León, Paqui, Lavarías, Maribel, Renau, Dani Serral, Puri, Ballester, Pepa, Ricardo, Ricardo Nava, Sergio, Ramón, Pedro Marqués, que fue el guía; Vicenta, Chelo con Trufo, otra Chelo, Reme y Alberto de Buñol, Manoli y Juan Antonio.
Esta vez, resulta más complicado explicar cómo llegar al punto de partida, que toda la ruta. Situados en Buñol, tomamos la carretera CV-425, de Macastre-Dos Aguas. Después se deja la dirección Dos Aguas, para tomar hacia El Oro-Cortes. Pasada la aldea El Oro (pertenece al Ayuntamiento de Cortes de Pallás) unos 6 km, la dejamos por la derecha, donde una señal indica “Castillo de Xirel”; después de 3 km, desvío a la izquierda, dirección, Cofrentes, por una pista estrecha, asfaltada; a los 4,5 km, a la altura de una señal azul que pone “PENVA CHIREL-CORTES DE PALLAS”, dejamos los coches a la izquierda, donde hay un ensanche y un camino casi paralelo a la pista.
Comenzamos la marcha a las 10,10 h a 445 m/a, tomando el camino hacia la izquierda. En unos 3’, hay una bifurcación, y a la derecha. Encontramos un cartel :
Sigue la senda por la derecha del cartel y desciende hasta 430 m/a a los 0,6 km.
A partir de aquí, empieza a subir, al principio muy fuerte, hasta las 10,25 h (505 m/a, 1 km) y después más suave.
Alcanzamos la puerta a las 10,50 h, 600 m/a, 2 km. Un precioso castillo medieval: torre, algibe, muralla cerrando el recinto …, en un emplazamiento estratégico, la caida hasta el río es impresionante. Almorzamos en la “plaza de armas” al abrigo de la muralla.
Salimos por el lado opuesto y continuamos la senda bien definida hasta el borde del precipicio. La vista es espectacular; en el horizonte el pico Martés, El Oro y el pico del Ave, y el macizo donde está el castillo, prácticamente rodeado por el agua del embalse de Cortes. Volvemos atrás, hacia la izquierda, para tener otra perspectiva del río, y de nuevo al castillo.
Se puede ver el algibe, aunque hay que entrar de uno en uno, por un pequeño agujero en el suelo, con ayuda de una escalera colocada para ello. Tiene un tamaño considerable y unos arcos intresantes. Y con la misma escalera, adosada a la muralla, se puede subir a la torre, desde donde la vista es más impresionante, si cabe. Estas “visitas”, con tanta gente, son lentas, aparte de las fotos de rigor.
Cruzamos la puerta de salida a las 12,20 h y regresamos por el mismo camino. Ya casi al final, a la vista de los coches, tomamos un desvío a la izquierda, para llegar por el lado opuesto al que salimos.
Terminamos una corta y bonita ruta a las 13 h, después de 5,8 km recorridos.
