LLÍRIA – LES TRAVESES – 29 – 03 – 2014

CAMINANTES, 16:    Mere, Pedro, Amparo Macián, Angels, Pilar, Ballester, Juan Sancho, Pep Alcácer, Fina, Manolito, Rafa Solaz, Vicent Castellano, Eduardo, Manoli y Juan Antonio.

         Casi siempre que la meteorología impide una salida, terminamos en el monte cercano a Lliria, y así ocurrió hoy. Teníamos programada una ruta en Talayuelas; había una alta previsión de lluvia, y nos quedamos aquí. No cayó ni una gota, hizo un tiempo estupendo para caminar, e hicimos un recorrido, en parte, inédito.

         Nos reunimos al final de calle de La Purísima de Lliria, donde pudieron aparcar los que llegaron en coche, e iniciamos la marcha a las 8:50 siguiendo la calle hacia arriba. Una vez fuera del casco urbano, tomamos a derecha en la primera bifurcación, y unos 600-700 m de la salida, a izquierda, camino rural, también  asfaltado, que, enseguida dejamos por la derecha por el camino de la Lloma del Mas, con firme de tierra.

         La partida de Les Travesses, en término municipal de Lliria, incluye el Barranco Grande, el coto de Izquierdo, algunos campos de secano y una masa forestal de buenas dimensiones, que es el pulmón verde más cercano a la ciudad.  No tengo claro de quién es propiedad, pero es posible que en parte sea privada, y en parte, municipal. En todo caso, y por su proximidad, es intensamente recorrida, por senderistas, cazadores con perros, moteros, etc; y se pueden encontrar varios aljibes corrales y majanos, en mejor o peor estado de conservación. También hay una espesa red de sendas y caminos que forman casi un laberinto.

Toda esta explicación, es para decir que no voy a describir la ruta en detalle, por lo anterior, y porque nos dedicamos a hacer bucles, que nos permitieron recorrer el bosque por su interior, pasando por los aljibes y majanos que se pueden ver en las fotografías, tomando mil y un cruces, y rechazando otras tantas sendas, bastante difícil de describir. Con ayuda del track, se podría repetir, tal cual o con variantes.

En la parte final, nos desviamos unos 300 metros, para ver “el polvorín”; un lugar construido y usado como almacén de armamento y munición durante la guerra civil, a su término ocupado durante un tiempo por un destacamento militar, y posteriormente abandonado, hasta día de hoy. Consiste en tres corredores de techo alto y unos 15-20 m de largo, al final de los cuales, una abertura da acceso a una cavidad subterránea, que por precaución, nadie exploró, porque en su abandono, hay mucha basura y derrumbes.

Dimos por terminada la caminata a las 13:05, después de 13 km recorridos.

Manoli