PEÑÍSCOLA. SERRA D’IRTA-TORRE BADUM. 29-Octubre-2016

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      CAMINANTES, 18: Pilar Almela -la guía de hoy-, Pedro, Amparo y Julia Sala, Vicen, Pepe Puyol, Inma Peris, Manolo Vidagany, Fina, Manolito, Meitos, Alonso, Sara, Eladio, Angela, Concha, Vergara y Manoli.

         Desde la entrada a Peñíscola, buscamos el Camí del Pebret, y aparcamos junto a un bonito aljibe, a la entrada de la urbanización de la Font Nova.

         Iniciamos la marcha a las 9:25, rechazando a izquierda, la pista que lleva a la Torre Badum, que es por donde regresaremos, tomando la pista de la urbanización, asfaltada los primeros 15’. A las 9:40, el firme pasa a ser de tierra, y seguimos dirección “Mas del Señor”, indicada en un poste de señales.

         A las 10:10, encontramos un cruce en cruz; seguimos recto, así como en la siguiente bifurcación, 10’ más tarde.

         A las 10:40, alcanzamos el área recreativa del Mas del Señor, de aspecto muy agradable, aunque seguimos adelante. Pocos metros después, a la derecha, se encuentra la entrada a la masía, con una puerta de hierro y su nombre en letras grandes de forja. 15’ después, paramos a almorzar en otra área recreativa, la de Pou del Moro, también muy agradable, donde se puede apreciar el brocal de un antiguo pozo, y hay mesas, asientos, árboles y una pequeña balsa.

         Reanudamos la marcha a las 11:20, y apenas 5’ más tarde, poco antes de entrar en una pronunciada curva a derecha, y de una señal que indica “Font d’En Canes”, dejamos la pista, por una senda a izquierda.

         Se cruza el lecho de la rambla; seguimos recto en bifurcación a las 11:45; también recto, a las 11:55, que desembocamos en pista; y a la derecha, en el desvío que encontramos a las 12:00. 5’ después, a la altura de una torre de A.T, el camino se convierte en senda, derivando hacia la izquierda, y descendemos hacia el mar, que tenemos al frente.

         Llegamos a nivel del mar, a las 12:45, y seguimos por la izquierda, después de unos minutos para reagrupar y disfrutar del momento.  Hace un día espléndido; buena temperatura, incluso más calor de lo que sería normal para la fecha, y el mar parece un espejo, brillante y calmado.

         En un momento dado, la pista se eleva sobre los acantilados, en zig-zag, y hay tres tramos de senda que atajan los bucles del camino. Algunos optan por tomar los atajos; otros prefieren continuar la subida más suave de la pista.

         Alcanzamos la Torre Badum a las 13:10, y nos tomamos nuestro tiempo para hacer fotos; el punto merece la pena, en un entorno libre de construcciones. La torre está reconstruida, y, con un poco de imaginación, se puede recrear un cuerpo de guardia, inspeccionando el horizonte para dar aviso de la presencia de piratas o de enemigos.

         Seguimos la marcha, ahora en descenso suave, por una pista ancha y asfaltada, que, poco a poco, nos va introduciendo en la “civilización” y que nos deja a las 13:50 en el punto en que dejamos los coches, después de 14,4 km recorridos.

Manoli