CAMINANTES, 15: Amparo, Alberto, Carmen, Enric, Manuela, Amparo Macián, Fina León, Puri, Ballester, Manolo Vidagany, Manolito, José Vicente, Rafa Figueres, Pepe Renau y Manoli.
Comenzamos una nueva temporada de senderismo, en el pueblo de Tales, de la Sierra de Espadán. Poca afluencia el primer día. Nos reunimos en la entrada, a las 9:00; a la izquierda de la carretera, hay parking para dejar los coches.
En cinco minutos nos ponemos en marcha, tomando la primera calle a la izquierda, Avda. del Montí, junto al centro de Salud. Salimos del pueblo por el camino del Cementerio, y al llegar, un camino a la derecha con marcas blancas. A las 9:20 el camino se convierte en senda, desciende suavemente y a las 9:25 desemboca en una pista que tomamos a la derecha.
10’ desde que entramos en la pista, dejamos a izquierda el sendero de las marcas blancas; también dejamos otro camino a la derecha, y seguimos de frente (2’). Enseguida rebasamos un refugio de piedra seca. El camino discurre entre bancales de olivos y algunos algarrobos, con el barranc de L’Ullastre a la derecha. A las 10:00, dejamos a la derecha un corral con algunos caballos y una balsa alargada junto al camino. (2’)
A las 10:10, abandonamos la pista por la derecha; una fita indica el punto, donde aquélla forma una pronunciada curva a la izquierda. Unos 30 metros adelante, la senda continúa por la izquierda de una pequeña balsa. Primero desciende y tras un corto ascenso, alcanzamos un llano a las 10:15. 3’ después, dejamos un desvío a izquierda. A las 10:25, parada para almorzar, hasta las 10:48.
El monte es, principalmente, pinar; no encontramos alcornoques, tan típicos aquí, y la razón, al parecer, está en que el terreno es calcáreo.
A las 10:55, dejamos a izquierda, y en descenso, un desvío que se dirige a Aín. Son los antiguos caminos de herradura entre los pueblos de la sierra; en muchos tramos conservan en buen estado, un precioso empedrado que facilitaba el paso de las caballerías y evitaba su erosión. Seguimos recto y en cinco minutos alcanzamos los restos del Corral de la Basseta. Enseguida desemboca en un camino que tomamos a derecha.
Caminamos un trecho con un barranco a la izquierda; al fondo, el pequeño pueblo de Veo. Llegamos a un cruce en collado, que tomamos a izquierda (las 11:15); pronto dejamos desvío a derecha y rebasamos el Aljub de la Llosa. Tras reemprender la marcha, después de una corta parada, dejamos a izquierda el camino de acceso a un palomar de nueva construcción. (Los criadores de palomas “colombaires”, lo han puesto ahí para que los halcones no se acerquen al pueblo a cazar las aves domésticas)
Justo delante, dejamos la continuidad del camino para tomar a la derecha un camino estrecho (o senda ancha) señalado con fitas y flanqueado por un murete, primero solo a la derecha, después a ambos lados. Se trata de un antiguo camino ganadero y los ribazos servían para evitar que los animales entraran en los bancales cultivados. A las 11:35 alcanzamos el alto de la Peña Negra. 3’ para descansar y hacer fotos. La senda desciende cresteando entre pinos y carrascas.
A las 11:50 encontramos un mojón de término que delimita los términos de Tales y Veo, y continúa en fuerte descenso, haciendo eses para evitar la pendiente. Aquí queda uno de los bonitos empedrados que decía antes.
Abocamos a una pista a las 12:22; seguimos a derecha, teniendo ya a la vista el pueblo de Tales. El camino hace un ensanche y continúa en curva pronunciada a izquierda; lo dejamos para seguir de frente y, enseguida, tomar una senda a la derecha. Llegamos junto a una antena de telefonía móvil y por los escalones que acceden a ella llegamos a las primeras casas del pueblo; a la Iglesia a las 12:40 y, después de pasar por el mercadillo (que tenía buena fruta) a los coches.
Final a las 12:50 h, 10 km.
Nota.- El gráfico está copiado, no se tomaron datos durante la marcha.
Manoli