CAMINANTES, 25: Puri, Ballester, Amparo Macián, Manuela, Meitos, Alonso, Ramón, Novella, Reme, Miguel Bort, Pep Alcácer, Julio, Eduardo, Renau, Karl, Maxim, Fina León, Eladio, Sara, Rafa Igual, Vicen, Pepe Puyol, Manolito, Manoli y Juan Antonio.
Esta vez sí fuimos a Sot de Chera; aparcamos a la entrada del pueblo, donde la calle es un poco más ancha, e iniciamos la marcha a las 9:25. Lo atravesamos de parte a parte: c/ Valencia, c/ San Sebastián (a mitad de esta calle, un estrecho callejón con el nombre c/ Colón, donde iba Meitos de vacaciones), c/ Fuente de Santa María. Nada más dejar las últimas casas, a la izquierda hay una bonita muestra del anticlinal, curiosa formación geológica en la que filas de estratos, se pliegan caprichosamente y pareciera que fueran de papel cuando lo hicieron (9:40).
Enseguida, dejamos a la derecha un camino que, según una señal de madera, lleva a la Fuente de Santa María. El camino, en estos primeros momentos, discurre entre cultivos y algo alejado del cauce.
Dejando algunos desvíos de acceso a los campos, a un vertedero clausurado, o a unas colmenas, a las 10:25, llegamos al primer vado del río SIN PUENTE. Con el invierno tan lluvioso que tenemos, el pequeño regajo que habitualmente es el Reatillo, hoy aparece bien caudaloso, pero como no debe ser la primera vez, unas piedras de buen tamaño, que no se las lleva la corriente, por fuerte que sea, permiten cruzarlo a pie, sin mojarse. 5’ para cruzar todos.
Aún existen dos vados más en las mismas condiciones, y a alguno le costaba un poco saltar entre piedra y piedra; pasamos por el último a las 10:38 h. Con el camino más cerca del cauce, el paisaje resulta más bonito, y es una delicia la compañía del rumor del agua. Como más destacable, algunos ejemplares notables de algarrobos y siguen habiendo plegamientos en anticlinal mucho más altos que los primeros.
A las 10:45, desemboca en una pista más ancha y mejor conservada; la tomamos a izquierda. Cinco minutos después, desvío también a izquierda; a su entrada hay un poste de madera, pero parece haber perdido la señal indicadora. Unos 200 m de preciosa senda conducen a la fuente de Borreguetas junto a un remanso del río; no tiene salida. Allí almorzamos hasta las 11:25.
Volvemos al camino, que ahora tomamos a izquierda; se cruza el río por puente de cemento, dejamos a izquierda una pequeña zona recreativa, con un par de mesas que quedan algo escondidas (apenas se ven) y tras rebasar una finca vallada, de naranjos, gira a izquierda en descenso.
A las 11:40, donde el camino hace un ensanche y una pronunciada curva a derecha, lo dejamos por la izquierda; (un pequeño panel informa de que estamos en el “parque natural de Chera-Sot de Chera”). Desde aquí una senda desciende hasta el nivel del río y se pueden admirar las cascadas de Las Toscas. No siempre tienen agua, pero en esta ocasión, están espléndidas.
La nota negativa es que toda la zona está anegada con las cañas altísimas, y cuesta acercarse para verlo bien. Debajo de las cascadas hay una cueva, que tampoco podemos ver.
Imposible cruzar por aquí, así que sobre las 12:00 iniciamos la vuelta. 10’ después, pocos metros antes de llegar a las mesas, sale a la derecha y hacia atrás, un carril que desciende hacia el río. La intención era vadear por aquí y hacer la ruta circular, pero volvimos a encontrar la barrera del agua, y esta vez no hay piedras. El río crecido ha inundado el terreno más llano y aunque no parece profundo, son muchos metros.
Sólo siete valientes, se deciden; descalzos y arremangados, y por dos veces, cruzan el río y acometen una fuerte subida por un carril que en unos 5 km lleva hasta la carretera CV-395 cerca de la ermita de San Roc.
Los demás, a las 12:20, regresamos por el mismo itinerario. A las 12:50 llegamos al último vado, y a las 13:40 al anticlinal. No entramos a ver la Fuente de Santa María, que después he sabido, está solo a unos 50 mt, y es un bonito paraje (en otra ocasión), y terminamos en los coches a las 14 h después de 16,3 km recorridos.
Manoli