VIVER-TERESA – RIO PALANCIA

CAMINANTES, 29: Puri, Pepe Ballester, Carmen, Ricardo, Lupe, Ricardo Nava, Jessica, Karl, Alonso, José-Vicente, Belén, Juan Pérez, Amparo y Julia Sala, Pedro Fuentes, Maribel, Renau, Paqui, Rafa Lavarías, Monti Marín, Fina León, Cecilia, Carlos, Rizo, Novella, Manolito, Eduardo, Manoli y Juan Antonio.

Buscando nuevas rutas, a propuesta de Ballester, nos hemos ido al Alto Palancia, para recorrer el PRV 63.2, debidamente señalizado. Aparcamos a la entrada del pueblo de Viver de las Aguas y comenzamos la marcha a las 9,20 h, a 560 metros de altura.
Atravesamos el pueblo, en sentido descendente, pasamos la Pza. Mayor, la iglesia Convento de San Francisco y el Parque del Chorrillo, donde empieza la ruta, el cual se deja a la derecha. A las 9’30 h, se encuentra una bifurcación; tomamos a la derecha. -1,4 km, 500 m/a. En estos primeros metros, coincide con un sendero local (señales verdes).
Apenas dos minutos después, el sendero local se desvía a la izquierda; el PR, sigue recto. El camino está asfaltado, discurre entre campos de cultivo, y a su vera asoman caquis, membrillos, nogales, …; la luna aún está visible –o ya, según se mire-.
A las 9,45 h, 2,75 km 540 m/a, se desvía a la derecha, dejando el asfalto. Al fondo se dibuja la Peña Escabia. Dejamos un corral a la izquierda, y a continuación, también a este lado, una pequeña pinada. Cruzamos un camino asfaltado, siguiendo de frente. Desciende suavemente hasta las 9,50 h (3 km 525 m/a), donde hace un ensanche a la derecha, y continúa de frente por una senda, en descenso más brusco.
Llegamos al fondo a las 10 h, 3,4 km 490 m/a. Poco más adelante, una tablilla de madera, indica que el lugar se llama Vallejos. A las 10,05 h desemboca en camino, que tomamos a la izquierda (3,6 km 515 m/a); aún deja otros dos desvíos a derecha muy próximos, para tomar de nuevo una senda. No sé en qué momento hemos llegado a la orilla del río, pero en este punto, lo tenemos a la izquierda, más hondo que la senda, con los chopos, que ya les queda poca hoja, muy amarillos. Es el tramo más bonito de una preciosa ruta, toda ella.
A las 10,35 h (5,4 km 515 m/a) después de llanear un trecho, y un brusco descenso, alcanzamos el nivel del río, con un ensanche y unas rocas, que aprovechamos para almorzar.
Nos ponemos en marcha a las 11 h; hay un trozo algo dificultoso y que cuando el río baje crecido, será impracticable, pero no es el caso de hoy; en 5’ desvío a la derecha, y junto a un sifón del canal por donde, en adelante, viene “encerrado” el río, el sendero se ubica sobre uno de los bordes de dicho canal. Durante unos 200 m, no hay alternativa, y aunque no es estrecho (unos 40 cm) daba un poco de “canguelo” (bueno, parece que solo a mí) sobre todo para saltar un desagüe.
Hasta llegar a Teresa, el cauce es una rambla seca y el río baja encauzado por el canal. Sobre una zarza, adosada a la pared del canal, se extiende una telaraña, tan espesa, que parece un gran manto de tul; espectacular.
Más tarde, la senda se acomoda a un lado, y ya no es necesario caminar sobre el borde de cemento, y a las 11,25 h (6 km – 545 m/a), hay una señal en cruz del PR, rambla arriba, y otra sobre el canal, que indica el camino correcto; se cruza aquél, por un rústico puente de cemento, y asciende apartándose del cauce.
En esta subida, se acusa el fuerte calor, inusual para esta época del año.
Alcanza los 600 m/a 10’ después, para llanear un trecho y pasar junto a la Peña de los Pajaritos. Al fondo ya se ven las primeras granjas de Teresa. Hay que atravesar una chorrera, que embarra la senda y dificulta algo la marcha, y enseguida sale a un camino de tierra, y de éste, a otro asfaltado, desde el que ya se ve el pueblo en el fondo. (6,9 km 600 m/a)
Aquí damos la vuelta, a las 11,50 h, recorriendo el mismo camino, a la inversa. Pasamos por donde almorzamos a las 12,15 h, y por Vallejos a las 13,07 h; y llegamos a Viver y a los coches a las 13,50 h, después de 13,8 km.